mércores, 20 de xaneiro de 2021

Conto de Nadal 2019

CAMBIA TODO, TODO CAMBIA…





Lo que cambió ayer
tendrá que cambiar mañana
así como cambio yo
en esta tierra lejana

“La Navidad no es el sufrimiento de una nostalgia, sino el cumplimiento de una Promesa…”

Hoy anochece en Ortigueira a las 17:59 minutos, mañana lo hará exactamente a las 18:00 horas. Y un minuto es suficiente para cambiar la historia. Saben bien del anochecer los arrieiros, que de día non “oien misa, e de noite non durmen nada”. Anochecía en la Nochebuena de 1818 a la altura de Poupariña, junto al monte Caxado. Entre la nieve se adivinaban sobre el camino los surcos perfilados por las ruedas de los carrucos de leña a su regreso del mercado de Ortigueira. El aire frío de la noche se resiste bajo lonas de cuero prendidas en los fungueiros de un carro aparcado al abrigo inmediato al borde del camino. Una pequeña hoguera da calor a Josefa y Fabián que han tenido que detener su marcha porque ella aguarda la llegada de un pequeño. Fabián saliendo del improvisado refugio fue en busca de la comadrona, - zoqueando sobre la nevada y entre la espesa niebla – cree tomar la dirección del Freixo. Mientras camina, anhelando que pasase el invierno, el arrieiro entonaba:

Cambia el sol en su carrera
cuando la noche subsiste
cambia la planta y se viste
de verde en la primavera

Son ya las 17:59 minutos… un resplandor ilumina su camino como si de una estrella fugaz se tratase. De pronto, se encuentra ante sus ojos con una enorme bola de la estación de rádar y telecomunicaciones de AENA. Cómo pasa el tiempo… 20 años no es nada… decía Gardel, pero 200 años son la repera… (Exactamente los mismos que cumple el repetidamente entonado Noche de paz) y Fabián se siente pequeño ante tamaña bola de navidad a la que no habría árbol que se le resistiese. Atravesando la entrada de la estación se acercó a golpear la puerta para pedir ayuda, acaso albergue para cobijar a su familia en aquella fría noche. La puerta se abrió sola y al acceder por ella se encontró en pleno Cantón de Ortigueira, que a modo de pasillo se abría a su paso iluminado de luces de Navidad. Todo a su vista era una novedad…

Se encontró saliendo de la empanadería a un pequeño muñeco de nieve de nombre Martín cargado con la compra, con un gorro negro, adornado con un acebo, y luciendo una bufanda de franela roja. Subía escapando a todo correr hacia la Magdalena… llegaba tarde, estaba en busca y captura por sus vecinos desde hacía semanas… había salido un tanto esmorgueiro. Cuando se perdió de su vista, Fabián, alcanzó a coger las bufandas de calceta que adornaban los magnolios del atrio parroquial y se los llevó pensando en abrigar al hijo que estaba por nacer. Fue entonces, cuando avanzando frente a la farmacia de Sandomingo lo increpó Carmen Barahona asomada al balcón de Fojo:

  • ¿A dónde va con eso? Voy a llamarle a los municipales!!! – Carmen no advertía que éstos estaban demasiado ocupados en otros aparcamientos y menesteres. 

El furgón de Pérez Polo estaba descargando muebles en las Tres Farolas con los cuatro intermitentes puestos. A Fabián aquel carro le dio temor, lógicamente que aquel no era el Ortigueira que había conocido… Todo cambia… cansado tomó asiento en un banco con más vida social que el de Loiba y conversando con el Coleirado le recordó que todo aquello eran “leiras”… -Carmiña Casariego, que bajaba en aquel momento para la tertulia del Ciclón, escuchando al arrieiro le repuso: - Leiras ahora está en la avenida Escola de Gaitas, frente a los juzgados, no tiene pérdida.

Todo había cambiado, donde antaño sonaban los martillos que herraban las bestias, ahora pandereteaban los grupos musicales. En las ruinas del castillo, ahora había un molino. La iglesia parroquial había desaparecido del Campo de San Roque, y hay que ver lo distante que han puesto el mar en este particular belén que ahora es Ortigueira… cada día está más lejos.
Todo cambia… ya lo decía Mercedes Sosa:

Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo

Siguió caminando hacia la Preguiza, en aquel minuto eterno que no pasaba porque el reloj del concello se había detenido. Dicen que una ortiga “do país” había bloqueado la aguja de los minutos en el 59. Todo era nuevo para Fabián, donde aquellas casas había recogido tantas veces algas para vender en los mercados. Fabián no daba crédito ni asumía donde se encontraba. Alzó la vista y contempló un enorme letrero que daba cuenta de la construcción de las mismas, en el mismo un año… uff, - “esto es el futuro”. Ajeno a todos los acontecimientos sintió no pertenecer a aquel mundo… en el fondo, cuando no asumimos el futuro ni el presente, dejamos de pertenecer a la realidad y nos convertimos, como Fabián, en una pieza ajena al contexto… como si hubiésemos viajado desde aquel 1818 en que se compuso el famoso villancico de una noche de paz como aquella. 

O anterior párroco D. José Buide () e
D. Jacobo Castro (
†) contemplando o Belén

Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño

Cambia el más fino brillante
De mano en mano su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante

Cambia el rumbo el caminante
Aunque esto le cause daño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño

Más allá unas pistas donde hacen algo que llaman deporte – y entre el deporte el pádel (que es el futuro), Fabián sólo sabía de trabajar… y ya no llegó ni a Morouzos, aunque los focos al otro lado de la ría, donde entrenaba el FC Ortigueira, llamaron su atención. Otro Fabio preguntaría insistentemente todos los domingos, dos siglos después, cómo habría quedado el partido. 

Regresó por la calle Curuxeira donde Suso de Herrero y Guillermo Caula dialogaban sobre el paraguas “nuevo” de la coqueta estatua. Se dirigió a la Plaza de Isabel II… ¿quién habría sido aquella mujer? – se preguntó mientras se sorprendía levantando la vista hacia una palmera, especie verdaderamente fantástica para él. Se encaminó hacia la Alameda porque en la entrada de la calle del Príncipe encontró una señal con un hombre y un casco, que no comprendió bien qué significaba. Tantos cambios despistan, le quedaba mucho Ortigueira por aprender, mucho tiempo por recuperar, se sintió entumecido, lleno de contracturas, ciertamente que ponerse a punto iba ser difícil y aquello no lo solucionaba ni el masajista del Cantón. 

Cambia el pelaje la fiera
Cambia el cabello el anciano…
Dirigiéndose hacia la Alameda un letrero luminoso anunciaba el Belén Parroquial de Ortigueira, aparecía que Iria-Friné había hecho el pregón de inauguración del presente año… aquello también era toda una novedad y aquella estatua de un gaitero al fondo era también diferente, y pensó: así deben ser los gaiteiros del futuro… algún día hasta se llamarán Ernesto, y hasta de Venezuela y de Murcia habrá gaiteros. Su abuelo le había contado de Araelas, precedente de Francisco Carballeira y Choumín de Céltigos (estos ya pertenecían a su posmodernidad), que alegraba los festejos de las localidades vecinas y acompañaba procesiones y romerías. Decía su abuelo que una gaita sin roncón era como una comida sin vino, y que con vino siempre se ronca mejor. Comenzaba lo que llaman Navidad, y los orteganos salían a tomarse el vino previo a la cena … entre muchos de ellos, no es cuestión de citarlos a todos, por la cuesta de la cárcel cubierta de nieve bajaban con atuendo de magos en carrilana Antón el fontanero, Luciano y Sousa… y es que, los tiempos han cambiado, y lo de teñirse de negro, ya pertenece al pasado. 

Regresó hacia el edificio del Concello, entró por la puerta de la iglesia conventual, avanzó hacia el lateral donde estaba iluminado el belén, quedó contemplándolo apoyado en el comulgatorio. En ese momento el reloj del Concello marcó por fin las seis de la tarde. Notó que algo se desvanecía a su vista mientras escuchaba el villancicopuer-natus-in-bethlehem en la voz de los antiguos frailes dominicos del Convento de Ortigueira. Fueron sus últimos recuerdos de aquel espectacular viaje en el tiempo …al momento ante sus ojos estaba su mujer Josefa, en sus brazos un pequeño, una mula y un buey también le daban calor bajo aquella lona de cuero prendida en los fungueiros de un carro. 

En 200 años de historia han cambiado muchas cosas, pero nacemos como Dios nació, descubrimos la promesa cumplida en nuestra historia de Dios con nosotros cuando llega la Navidad… todo cambia, pero el amor de Dios no cambia, por muy lejos que lo sintamos. No cambia su recuerdo por todos nosotros, su acompañarnos en nuestras alegrías y en nuestras penas… nace el Amor, lo único que verdaderamente permanece y no cambia.“Y es que la Navidad no es el sufrimiento de una nostalgia, sino el cumplimiento de una Promesa…”.
Feliz Navidad!!!

--------------------

Texto: Francisco Javier Martínez Prieto, párroco de Santa Marta




martes, 19 de xaneiro de 2021

O libro "A BANDA GARROTE: música e músicos en Ortigueira", por Luli Dopico

Xabier falando cun entrevistado
para o libro



Descubrimos a Xabier Garrote como escritor nas: «Lembranzas de Mar, Terra e Música» que son o pórtico de entrada do libro de fotografías de Xulio Villarino, Ortigueira, terra de mar. Moito nos marabillou o seu texto cando fala das lembranzas e da fascinación da nosa Ría na baixamar, no peirao onde transcorre a súa infancia agardando que dera volta a marea.

Dinos que o mar do Ortegal ten a súa propia musicalidade, que xorde en Cal do Rego, un lugar de Senra onde o tío Paco exerceu a docencia musical durante 50 anos, formando alumnos entre o sacho e o clarinete.

Hoxe temos nas nosas mans un exemplar único, dunha infinita valía, escrito por Garrote con toda rigorosidade, parte da historia da música da nosa bisbarra. Un libro de 372 páxinas, editado por Daniel Sanmartín Nieto e deseñado por Dos Acordes, que o mestre Xabier dedica aos seus pais, e que debe presidir as pequenas bibliotecas particulares dos ortigueireses.

O libro divídese en tres partes. Na primeira, que consta de 9 capítulos, fala da saga Garrote e as bandas de música en Ortigueira, dos orixes familiares e o apelido Garrote en Valladolid, dos inicios da carreira musical de José María Garrote e a fundación da banda, aló polo século XIX.

Inclúe tamén a historia de Francisco Garrote, Tío Paco e a súa labor educativa. A Banda de Andrés. As crises das bandas. O Arquivo Musical da Banda Garrote e o repertorio, así como a actividade musical naquelas datas.

A parte segunda e unha ampla recompilación dos 46 músicos das bandas, e os 6 os profesores, vida e bibliografía dos mesmos, coas súas respectivas e curiosas anécdotas.


Logotipo da empresa
que edita o libro

A parte terceira está dedicada aos novos horizontes de investigación. Datos xenealóxicos dos Garrote, a obra de Reveriano Soutullo no arquivo da banda de Garrote, e a Historia do primeiro himno do Fútbol Club Barcelona.

Un numeroso grupo de colaboradores a quen o autor agradece a información recibida e unha profusión de fotografías, antigas e actuais, completan esta xoia musical, unha sinfonía froito dunha ardua labor, que nos fascina e que agradecemos ao Fundador e Director da Escola de Gaitas de Ortigueira (1975-1982). Un mestre nacional, xubilado, afeccionado ao ciclismo, as actividades náuticas e mergullador. Un pequeno gran home a quen tanto lle debemos as xentes do Ortegal.

Escoitando ao lonxe o rumor dun novo día, unha alborada que xurde en plena pandemia, alegre fe de vida que da paso a sementar ilusión entre os músicos, convidámolos a ler e gozar do libro tal como se estivéramos saudándonos unha vez máis nesa peculiar Saída de Bandas, polas Festas da Patroa.

Grazas polo traballo ben feito, unha homenaxe merecida aos nosos devanceiros, e que nunca falte a música nas nosas vidas.

LULI DOPICO

----------------- 

Foto Álvaro Fernández Polo


Ficha técnica:

Garrote Cobelo, Xabier (2020). A banda Garrote: música e músicos en Ortigueira. Baiona (Pontevedra). Ed. Dos Acordes. 379 páxs. 30 €.

ISBN: 978-84-121573-1-


luns, 11 de xaneiro de 2021

Reseña do libro "A banda Garrote: música e músicos en Ortigueira", por Alfonso Cheda

 



Mes e medio no primeiro posto da lista de espera dos libros pendentes de lectura “obrigada” fixéronse longos… pola expectación que espertaba en min o que ía atopar neste A banda Garrote: música e músicos de Ortigueira de Xabier Garrote Cobelo, publicado por Dos Acordes

En canto tiven tempo para adicarlle entregueime a unha maratón de lectura impropia de min, mais inevitable polo aditivo que me resultou páxina tras páxina das preto de 400 que o compoñen. Hai anos que esperaba ver este libro publicado e vindo de quen vén xa sabía que as miñas expectativas, por altas que fosen, ían quedar amplamente superadas polo resultado final.

Parto da base de que este traballo, dun xeito ou doutro, comeza a xestarse no ano 1975 co inicio do proceso de ordenación e catalogación do arquivo familiar herdado por Xabier e que se publica a finais de 2020. Creo que sobra todo comentario, aínda que nalgún momento non poderei evitalo.

Isto que escribo non pretende ser máis que un cúmulo de impresións que me produce toda a información que empezo agora a procesar e que unidade a unidade vai dando pezas de referencia para ordenar este inmenso puzle de imaxes dispersas percibidas ao longo da miña vida, inmersa irremediablemente no mundo da música desde antes de saber falar.


Xabier Garrote

Xabier Garrote foi para min a persoa que me introduciu academicamente, por dicilo así, no mundo do gaita e do folclore, dende a súa iniciativa no ano 1975 de fundar una escola de gaitas en Ortigueira, da que formei parte xunto cos meus irmáns e o meu pai. 

Xabier Garrote facendo unha
entrevista para o libro

A figura do noso mestre e director sempre a vin como algo reverencial, dun respecto gañado, nunca imposto, dende a esixencia da perfección que sabía e facíanos saber que podíamos acadar os alumnos, e a camaradería de quen o fai dende a horizontalidade na relación mestre-alumno.

Puxo o listón moi alto para calquera que viñese despois a ocupar o papel de mestre na miña vida, e ata o de hoxe, que sigo e espero seguir a aprender dos demais, moi poucas persoas lograron igualalo.

Así atopo neste libro unhas primeiras referencias que me dan entendemento de como alguén pode acadar ese nivel de percepción nos demais. E atopo dúas básicas: por unha banda, o seu tio avó, o tío Paco na vertente máis altruísta do ensinante ao tempo que esixente coa materia na que educa, ofrecendo o espazo máis amigable aos nenos e maiores entre os que imparte o seu coñecemento, e por outra Andrés, o seu pai, dende a recta, incluso diría marcial postura como director dun proxecto musical, que fai que a súa soa presencia faga poñer alerta todos os sentidos do músico ao que se vai dirixir, para que en ningún momento destaque do conxunto, porque iso só podería ser para mal. O éxito individual aquí é a integración nun conxunto que logra a proxección do que entre todos ten que transmitir o grupo de músicos. As ferramentas son a cooperación, responsabilidade, unidade e a perfección técnica, e o obxectivo a través de todo isto, acadar o que Huxley definía con aquela frase… «Despois do silencio, o que máis se achega a expresar o inexpresable é a música», e que así o perciban desde o outro lado do palco.

Pois logo, o que unha xeración de rapaces dos anos 70 tivemos a fortuna de desfrutar foi a arte do ensino destilada en Xabier como sexta xeración de ensinantes que vén de pais a fillos desde Patricio (1749) e pasa por José, José María, Manuel e o seu pai Andrés (1910).


A Banda Garrote actuando en Sada,
no ano 1952


Un libro de historia non oficial e documental
Dito isto, que me parece que non é pouco, a aproximación a este libro puidera semellar que ten, xa polo seu título, unha compoñente eminentemente de interese local. Mais non. Facendo un obrigado afastamento da proximidade nas figuras que se representan, para coller perspectiva, dáste de conta que o que aquí se reflicte é unha mostra de como discorre un país ao longo dos anos e incluso dos séculos. Unha mostra perfectamente extrapolable a calquera recuncho do país a traverso da música popular e da descrición do entorno de quen exerce o papel de músico nese pequeno universo. 

Percíbese con claridade unha contextualización social e política na cronoloxía dos sucesos que marcan a vida da sociedade na que estes músicos, xeración tras xeración, van desenvolvendo o seu papel. Así, pódese dicir que estamos a ler un libro de historia, mais non da historia ao uso que adoitamos atopar, senón da historia non oficial, a historia que o pobo constrúe, mais que poucas veces se ve reflectida nos papeis. Unha gran oportunidade de entender como viviron os nosos devanceiros e por tanto comprender tamén o mundo no que hoxe vivimos nós, porque creo que non sabemos cara a onde imos se non sabemos de onde vimos. 

Non atopo moitas citas bibliográficas, e as que atopo parécenme imprescindibles. Polo camiño desta lectura ía sorprendéndome este feito mais non hai lugar a moita sorpresa, porque este libro non é un cúmulo ou recompilación dese tipo de citas. É, entre outras cousas, o extracto de moitos testemuños individuais dende múltiples posicións que en primeira persoa nos fan chegar a información que constrúe unha realidade global. Claramente a este documento correspóndelle a honra de ser fonte bibliográfica de moitos futuros traballos. Eu mesmo sen ir máis lonxe marquei na primeira lectura 25 referencias que me incitan a desenvolver con cada unha delas a escrita de ideas que van apuntalando conceptos, uns que xa tiña previamente e vense reforzados e outros que se me abren por novas vías complementarias. Cando isto me sucede invádeme a agradable sensación de que creo que na vida non me vai dar tempo a facer todo o que teño que facer. Agradable porque constato que nunca vou aburrirme.


O mundo da gaita e dos gaiteiros

Estou na lectura atento a referencias ao mundo da gaita, inseparable da figura do autor, aínda que el manteña nesta obra a lóxica estanquidade por estar a tratar un tema cunha identidade propia da que tamén desfruta ese outro mundo que a min me interesa tanto, mais que aquí non se entrecruzan mais que na coexistencia puntual das dúas figuras da banda e do gaiteiro como centro da festa. E así aínda percibo algo das figuras de Chumín de Céltigos, do Coco de Espasante, de Gumersindo Parapar, de Freixo, de Roxelio de Leonardo Bouza… mais atopo a referencia que buscaba. A composición de AndrésRomaxe da Escola de Gaitas, que adica á "banda do seu fillo". E atopo esa visión que eu percibín dende o palco, dunha banda de gaitas que executa unhas composicións e uns arranxos que poñen á gaita nun espazo que non ocupara antes da chegada dos Garrote a ese mundo da gaita. Obras e arranxos para darlle á gaita, dende unha agrupación en número semellante ao dunha banda de música, a capacidade da modulación da que carece como instrumento solista ou nos tipos de formación previos a esta escola. Sen entrar na abraiante daquela experimentación harmónica que tamén se explorou iniciando un camiño para outros. Sempre vin a Escola de Gaitas de Ortigueira baixo a dirección de Xabier como unha pequena sinfónica de gaitas e percusións, e confirmo no que leo esa percepción. E non fai falla moito máis que un pequeno parágrafo entre estas case 400 páxinas para ver a mensaxe. Este libro é un universo…


Carnet de músico profesional
de Andrés Garrote Armada


Andrés Garrote, pai de Xabier

Cando recordo a imaxe de Andrés á porta da tenda de Sargadelos que rexentaba en Ortigueira ou a unha certa distancia arredor da escola de gaitas nos ensaios (concretamente recordo o ensaio da peza antes mencionada da súa autoría), ou nas actuacións, revivo aquela sensación de respecto que infundía a súa presencia e paréceme comprender o que no libro se describe como unha certa tensión ou estrés dos músicos baixo a súa dirección (por outra parte imprescindible no músico para atender a obriga de ter os sentidos alerta e estar á altura do que ten que ofrecer no conxunto do que participa) que era necesaria para ao baixar do palco saír coa satisfacción do traballo ben feito. E profundando no libro nas súas fontes educativas, claro, topamos coa realidade do seu tempo. Quen tiña a formación máis exquisita e cualificada para a educación musical ao alcance dos músicos nas vilas e pequenas cidades do seu tempo eran os músicos militares. Así persoeiros da música como Arana, Oliva, Vilumbrales, Baudot e algún máis son a cerna educativa na que os Garrote das últimas xeracións se foron formando musicalmente, e como non… tamén nas máis estritas normas do comportamento social, facendo do músico unha figura que se fai respectar polo respecto que ten por si mesmo e polos demais. Esa é unha característica de Andrés que se recolle no libro, que completa a imaxe que eu tiña del e é unha desas pezas guía no puzle das miñas imaxes mentais dispersas para facer unha composición de lugar coherente e sólida. 


Un suceso no primeiro Festival do Mundo Celta en 1978

Recordo agora, polo contexto, unha imaxe estando no palco na inauguración do 1º Festival Internacional do Mundo Celta de Ortigueira, no ano 1978, e aquela situación tremenda de empezar a tocar, non lembro agora se o Himno Galego ou a Alborada de Veiga, nun arranxo moi longo, moito… e nada mais rematada a introdución comezou a chover o que nunca antes nin despois choveu, e como grupo a muda intención, percibida claramente polo director foi: Saímos correndo a abrigar os traxes novos e as gaitas!.

Unha soa mirada colectiva de Xabier e unha compostura impertérrita dirixíndonos baixo a choiva deixounos claro que unha peza non se deixaba a medias, que de alí non saía ninguén ata rematar a obra. Xa sabendo o que tiñamos que facer e o inexorable da situación, tocamos os sete ou oito minutos restantes e finalmente saímos ordenadamente e con máis dignidade que o gaiteiro a soldo da catedral de Santiago. Iso é herdanza dunha saga e este libro da as claves de por que foron sempre tan respectados eles e os seus músicos. 

Tamén atopo no libro pinceladas de humor espontáneo e aberto unhas, e outro fino e sutil nas figuras dos mestres Garrote, especialmente de agradecer no que respecta a esa figura de Andrés que eu vía pola vila con ese halo que describín. Vénme á memoria unha anécdota del co meu pai pero faise moi longo o meu relato. Choro de risa.

O espectro de sensacións e de frontes que abre este libro é tan amplo que tería que escribir eu un libro para expresalas e non é o caso para o que me puxen agora.


Primeira parte do detallado índice
da obra sobre a Banda Garrote
de Ortigueira

Un traballo monumental feito con humildade

Mais non podo menos que dicir que o que percibín foi o traballo inesgotable de moitos anos para condensar nun pequeno espazo un legado que é un tesouro imprescindible, e de ter en conta na primeira liña dentro da nosa cultura como pobo. Mentres ía lendo era consciente de que cada hora miña de lectura era cando menos un ano de traballo do autor… Se somos conscientes disto nunca seremos quen de pagar a entrega de persoas así a unha causa altruísta como é a fixación da memoria colectiva, a responsabilidade individual asumindo a do colectivo. Sen obras así a nosa historia sería parcial, subxectiva. Sería feita a instancia de quen ten a capacidade e o poder de dicir para o futuro quen fomos e quen somos. Aquí o pobo fala por si mesmo, en primeira persoa. O Ortegal fala en nome de todas e todos, fala do que sentimos, do que sufrimos, do que desfrutamos e de como o entorno condiciona e/ou favorece todo iso. 

Percibo coma sempre a humildade de quen facendo unha obra monumental aínda recoñece o pouco que somos individualmente e ofrece o seu traballo e os seus fondos arquivísticos como trampolín de saída para que outros profunden aínda máis e fagan expansivo este xeito de estar no mundo, sempre cunha visión cooperativa e colectiva. 

Tampouco podo deixar de mencionar que me parece incrible que un traballo coma este non goce dun apoio institucional claro e aberto na defensa da investigación sobre fontes culturais tan valiosas, que evidentemente non teñen outro fin que o enriquecemento do acervo colectivo. Creo que a nivel cultural nada é máis merecedor deses apoios nin nada pode xustificalos máis. 

Deixo aquí xa a expresión das miñas impresións, porque fáiseme expansivo e imposible transmitir o que só pode percibirse na inmersión lectora de cada un. 

Este libro é unha grande oportunidade…


---------------------

Texto: Alfonso Cheda. Gaiteiro da Escola de Gaitas na etapa de Xabier Garrote (1975-1983).


Ficha técnica:

Garrote Cobelo, Xabier (2020). A banda Garrote: música e músicos en Ortigueira. Baiona (Pontevedra). Ed. Dos Acordes. 379 páxs. 30 €.

ISBN: 978-84-121573-1-



luns, 4 de xaneiro de 2021

Cubertos polo manto da Historia: Camilo Díaz Baliño e o belén da Grande Obra de Atocha

 

A Esfinxe xunto as pirámides dos faraóns, incluíndo a Grande Pirámide, no deserto de Guiza
A Esfinxe xunto as pirámides dos faraóns,
incluíndo a Grande Pirámide,
no deserto de Giza



Unha das obras de maior complexidade da produción de Camilo Díaz Baliño foi a realización do belén para a Grande Obra de Atocha na Coruña. Firmado polo artista en 1927, trátase do seu segundo belén, sendo o primeiro o disposto para Ortigueira en 1924. Se o primeiro se trata dunha grande estrutura montable, con efectos lumínicos engadidos e de profundidade mediante velos, este belén concibiuse dunha forma diferente. Nembargantes, no que respecta ao seu estilo, trátase dunha obra enteiramente fiel a personalidade creativa do artista.

. Detalle dos templos e palacios exipcios situados no Delta do Nilo.
Detalle dos templos e
palacios exipcios situados
no Delta do Nilo

Palacios dos reis xudeus (ao fondo)
e palacios dos gobernadores
romanos (diante) na cidade
de Xerusalén
.

O belén da Grande Obra de Atocha pensouse para ser instalado de forma permanente. Dispoñía dun espazo libre dentro da edificación, polo que Díaz Baliño adecuou a ambientación conforme as dimensións dispostas. As paredes pasaron de ser superficies lisas a transformarse nunha viaxe visual que trasladaba aos observadores o Antigo ExiptoO artista engadiu detalles inspirados en libros de xeografía, arte e arquitectura resultando finalmente tan realista como romántico.

Detalle do xardín romano pintado,
 coas árbores características
das vilas de Roma. 


Maqueta coa representación
dun templo romano.


Cando se entra  a ver este belén, atópase con todo un fondo no cal aparecen representadas as tres pirámides: a das tumbas do faraón Kefrén, o faraón Micerinos e a do faraón Keops, coa Gran Esfinxe de Giza na fronte contemplando o ilimitado. Este conxunto -acompañado de pequenas pirámides, estelas e obeliscos con xeroglíficos- aparece nun deserto bañado por unha luz cálida, que matiza o ceo ata adquirir un ton anil. Ao seguir a vista, o artista lévanos polas areas do deserto e as montañas rochosas, atravesando os templos dos Láxidas entre palmeiras verdes, ata deslizarnos polas beiras do río Nilo. As casas de adobe salpican as montañas, mentres as falúas aparecen preparadas para viaxar polo Mediterráneo. 


Un muíño situado no camiño de Belén


Como se o observador zarpara dende Alexandría, a vista transcorre aínda por Exipto ata a fronteira de Pelusio. Que Díaz Baliño envolveu este belén na fascinación polo antigo reino exipcio vese, por exemplo, na inclusión das grandes construción faraónicas a beira do río. As entradas adinteladas, as salas rectangulares de cerimonia e as altas torres aparecen iluminadas con pequenos puntos luminosos. Continuando a vista ante os ollos aparece unha nova paisaxe: a das altas montañas do territorio romano de Xudea, fronte as cales aparecen edificacións imperiais.

Escritos de Camilo
para artellar a obra
.
As fontes de pedra aparecen acercando abundante auga fresca mentras que os templos dos deuses, construídos en mármore, se erguen fronte a seca paisaxe. Os templos están recreados con todo luxo de detalles; un deles mostra unha construción con dúas escalinatas, ornamentados cunha baranda deseñada con liñas intercaladas. Esta baranda serve para dar presenza a edificación, servindo de base para un pórtico elegante de tres columnas corintias. Este pórtico cuberto serve de entrada para este templo rectangular, engalanado coa aguia imperial, mentres dúas pombas brancas voan ao seu arredor.   

Plano da perspectiva para o
visionado das pirámides de Guiza


Indicacións xeográficas e orientacións
para sinalar o percorrido do belén.



 O selo da arte imperial romana vese tamén na paisaxe. Como correspondía os xardíns das vilas dos patricios, Díaz Baliño pintou altos cipreses e oliveiras escuras a maneira dos frescos de Herculano e Pompeia. Tamén aparecen representadas, en diferentes planos, grandes edificios monumentais. No telón aparecen as murallas e os palacios dos antigos reis de Xudea, mentras que fronte a ela a maqueta levantada representa tras a muralla erguida e no alto de todo, o palacio imperial dos gobernadores romanos. Querendo acentuar a evocación orientalista da obra, Díaz Baliño introduciu xunto a entrada a este palacio un obelisco exipcio. Atravesando as casas mais pequenas, a paisaxe vaise facendo mais recóndita e os pasos entre montañas, mais estreitos e retirados. A Lúa estende o seu halo no amencer da noite, iluminando un muíño. So entón se ve entre o abrigo das montañas o lugar de nacemento de Cristo. 

O artista e o seu fillo Isaac,
nun autorretrato feito
coa cámara de Camilo Díaz Baliño
A firma: unha aguia coroada,
o seu nome e o ano en
números romanos


Como fixera co belén da igrexa de Ortigueira, o artista deixara un escrito completo para armalo. Co título de Proyecto de un Belén para la Grande Obra de Atocha de La Coruña. Descripción y procedimientos, explicaba todo o proxecto e incluíu o esbozo no cal aparecían o estudos de perspectivas, cal debía ser a sua secuencia e nomes concretos para comprender a sua colocación. Neste senso mostraba un coñecemento estudado da xeografía do sitio, escribindo no esbozo o “Camiño dos Reis” ou o “Mar” (Morto), así como representando a cordilleira de Xudea.


Trátase dunha obra que, como a maior parte da produción do artista, está realizada con grande coidado, repleto de citas e inspirado no coñecemento. Nada disto impide, a sua vez, que transmita un poder de fantasía que en nada anula o obxectivo co que foi construído. Precisamente é este equilibrio o que fai destacar esta obra como unha das mais singulares de Camilo Díaz Baliño.

----------------

Texto e fotos: Iria-Friné Rivera Vázquez. Prégase respectar a autoría.

Pes de fotos:

1º. A Esfinxe xunto as pirámides dos faraóns, incluíndo a Grande Pirámide, no deserto de Giza.

2º. Detalle dos templos e palacios exipcios situados no Delta do Nilo.

3º. Detalle do xardín romano pintado, coas árbores características das vilas de Roma. A contextualización está proxectada facendo un contraste da paisaxe romana en terras orientais.

4º. Maqueta coa representación dun templo romano. O seu estilo correspóndese a etapa inicial do Principado, concretamente durante a consolidación de Augusto como imperator.

5º. Representación dos palacios dos reis xudeus (ao fondo) e os palacios dos gobernadores romanos (diante) na cidade de Xerusalén.

6º. Vista do espazo deseñado por Díaz Baliño: o fondo, as maquetas e o aspecto físico crean un todo para escenificar o nacemento.

7º. Un muíño situado camiño de Belén: as referencias empregadas polo artista percorren dende os libros de arquitectura antiga ata os cadros do século XVII holandeses, adicados a plasmar o camiño a Belén.

8º. Os escritos de Camilo para artellar a obra. 

9º. Plano da perspectiva para o visionado das pirámides de Giza.

10º. Indicacións xeográficas i orientacións para sinalar o percorrido do belén.

11º. A firma: unha aguia coroada, o seu nome e o ano en números romanos. 

12º. Retrato do artista e o seu fillo, Isaac, nun autorretrato feito coa cámara de Camilo Díaz Baliño.

Todas as fotografías son de Iria-Friné Rivera Vázquez.