xoves, 18 de abril de 2024

“UN VIAJE POR LA PATAGONIA”. Un libro de Francisco Sánchez Aguado, ortigueirés de adopción

 




Jueves, once de abril de 2024, día de san Estanislao (obispo de Cracovia). «El calor recién empezó con fuerza y entusiasmo»y sentada en la vieja hamaca, tomando el sol después de ver el último episodio de “Los pazos de Ulloa”, abro el libro de Paco, extiendo sobre la hierba el póster que lo acompaña y me dispongo a viajar leyendo las aventuras y desventuras del autor del blog del viajero austral.

Subo al avión con los cuatro: Ana, Santiago, Mabel y Paco, y comienzo la aventura en Buenos Aires el 19 de octubre de 2007, paseando por la plaza de Mayo y descubriendo los encantos de una ciudad caleidoscópica en la que nunca buscaremos al pajarero cuando se pierda. Hay elecciones, carteles y pintadas: “Más escuelas y menos policía”, los argentinos dan por hecha la victoria de Cristina Kirchner y es patente la pobreza producto de la crisis económica del corralito.

Macho gigante
de pájaro carpintero

Partimos hacia la península de Valdés, elefantes marinos, pingüinos, ballenas australes con sus ballenatos y toda una gama de bichería que admiramos en las preciosas fotografías que ilustran el libro. Cuando estamos llegando al lugar más hermoso del mundo, a pesar del clima inhóspito y el viento tremebundo, cruzamos al Parque Nacional de las Torres del Paine y disparamos cientos de fotos.

Es hora de hacer la comida, cierro el libro, miro al frente y mis potíneas en flor dicen que no tienen nada que envidiar al próximo capítulo que seguiré leyendo al atardecer, y que también va de flores (Berberis heterophylla). El Calafate, una ciudad con nombre de planta, de la que comeremos sus frutos para volver, como dice la tradición tehuelche, y que es llamada también la ciudad de los perros por la cantidad de peludiños que vagan por las calles.

Capillita en memoria
de la difunta Correa

Cóndores, caranchos, chimangos y un águila mora se comen a una liebre recién atropellada, pero a mí me gustan más las capillitas dedicadas al Gauchito Antonio Gil y a la difunta Correa, una mamá del siglo XIX, Deolinda, que se puso en camino con su bebé, siguiendo los pasos de su marido, Baudilio Bustos, reclutado a la fuerza para participar en las luchas entre unitarios y federales. Perdida por los cerros, sin comida ni agua, murió en Vallecito con el hijo agarrado a su pecho y cuando la encontraron los arrieros, el bebé estaba vivo y mamando. Desde 1895 las gentes conmemoran ese milagro y dejan ofrendas con botellas de agua debajo de la humilde capillita.

El sol se pone tras la Capelada, dejo por hoy a los viajeros descansando camino de San Carlos de Bariloche, territorio de los chimangos, unos pájaros parientes de nuestros halcones, que se lo comen todo. En San Claudio quien se lo come todo es la velutina y el bicho del buxo (la oruga asiática Cydalima perspectalis).

Ya es viernes, 12 de abril, amanece un día espléndido en el Ortegal, dudo entre seguir leyendo o ver el primer capítulo de La Regenta. Escojo acompañar a Paco en su viaje, que se queda solo en el fin del mundo, en Ushuaia (Tierra de Fuego). Visitamos el museo Yámana para conciliarnos con los indios fueguinos y desmontar a Darwin que parece ser dijo que los habitantes de estas tierras se comían a sus ancianas antes que a sus perros en épocas de hambruna y es mentira.

Vamos de marcha por la senda costera del Parque Nacional de Tierra de Fuego, vemos el monte Olivia (me acuerdo de mi perra difunta, que así se llamaba) y hay que ir despidiéndose de tierras argentinas después de cruzar el mítico canal Beagle y fotografiar la cordillera de los Dientes, Puerto Williams y las hojas de lenga. Tenemos la sensación de estar muy lejos, pero como escribe el autor: «Cuanto más lejos, más cerca me parece estar de la esencia de las cosas». Hablamos con los árboles, con los pájaros: «Rayadito, párate quieto, que voy a fotografiarte para un libro precioso»y hasta con las piedras del camino hablamos…

Punta Arenas (Chile)

En Chile

Se acaba la carretera austral. Ya me estaba tardando llegar al Chile de Neruda, pero asuntos varios me reclaman, así que dejo de leer y recito a Pablo, mi amigo de juventud, mientras pelo las patatas para hacer una tortilla, también yo puedo dedicarle una oda a la cebolla o al gato que está triste y azul: «Cebolla. Nos hiciste llorar sin afligirnos».

Amaneció soleado el domingo 14, pero a las doce se cerró de niebla y hasta hizo frío por un momento. Así que la opción fue fácil, y para calentar el cuerpo y serenar el alma nos detenemos en el concierto de Quilapayún en Puerto Montt, y tras oír la Cantata a Santa María de Iquique (masacre de los obreros del salitre de 1907), un poco pesadita por cierto, paso a escuchar en el móvil las otras canciones que me recuerdan a cuando era joven, feliz e indocumentada (como García Márquez), y coreamos aquello de «El pueblo unido, jamás será vencido». 

Casa de Pablo Neruda
en Isla Negra


Hay un chaval que reparte pasquines:«Atención Castro y sus alrededores, ya se encuentra la señora Hilda, se pone a sus órdenes con 20 años de experiencia. Le ayuda a resolver sus problemas por muy difíciles que sean por medio de poderes espirituales… cura alcoholismo, impotencia sexual y alguna enfermedad desconocida. Todos mis trabajos son garantizados…». Okey, concertamos cita.

Y pisamos las calles nuevamente, el Palacio de la Moneda, el despacho con el cuadro de Salvador Allende, la catedral en Navidad y corriendito nos vamos a Valparaíso, a las casas del premio Nóbel, a Isla Negra que está llena de sus cosas y de caracolas en las que escuchamos el Pacífico que se pasa la vida cantando…

Paco, tenemos que marchar, a mí, que no me gusta viajar, se me hizo corto el camino de 160 páginas y más de 150 fotografías que dedicas a tus padres y hermana, in memoriam, y también a Mabel y amigos varios. Gracias por los kilómetros recorridos con tanto detalle. Es un honor que forméis parte de nuestro Club de Lectura, y también es hora de seguir viendo La Regenta y de pasear por Vetusta.



Luli Dopico

San Claudio, 16 de abril de 2024 

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Francisco Sánchez Aguado es doctor en Biología, fue profesor de Zoología en la Universidad de Alcalá de Henares durante nueve años y 
biólogo de la Junta de Castilla y León en Segovia durante 26 años, hasta su jubilación. En la actualidad vive con Mabel en el Baleo, y estudia en el IES de Ortigueira en el ciclo de Carpintaría e Moble.





mércores, 20 de marzo de 2024

"Martín Sarmiento, o primeiro naturalista", un fermoso libro do cedeirés Rafael López Loureiro

 


Este é o segundo libro (en realidade o terceiro...) que o autor publica en pouco máis dun ano. Rafael é colaborador de Terras do Ortegal e tamén socio, o que fai que nos adentremos nesta nova obra súa con agarimo e certa indulxencia. O texto, sen dúbida, ten un estilo moi persoal, característico das obras de Rafael: unha linguaxe barroca, con atención ao galego da zona do Ortegal, e unha expresión coloquial, irónica moitas veces (véxase o título dun dos capítulos: “Quer que lle quer”), que invita ao lector a adentrarse nas súas páxinas.

O padre Martín Sarmiento (1695-1772), frade benedictimo é obxecto de estudo por parte do autor desde hai moito tempo; tras ler moitas das súas obras (inéditas ata hai pouco tempo) e participar en congresos e xornadas sobre a súa figura, decidiu a finais de 2022 propor a súa data de nacemento, o 9 de marzo, como Día do Naturalismo Galego. Fúndase esta proposta, difundidada a traveso do valioso blog de natureza Ao noroeste do Noroeste, do que Rafael e mantedor e impulsor,  nos méritos de Sarmiento como estudoso e divulgador da flora e fauna galega, iniciativa á que se adheriu Terras do Ortegal ao pouco de coñecela. En certa maneira este libro trata de difundir esta proposta, focalizando nun exemplo: o labor divulgativo do amorodo ('fresa', “fresón” ou 'frutilla' en español) feito polo frade pontevedrés.


Tal vez houbese sido oportuno incluir unha breve biografía do pai Sarmiento nas prímeiras páxinas, pois si ben é certo que ao longo do libro se relatan episodios biográficos, como a viaxe a Galicia de 1754-1755, esa inclusión axudaría a fixar na memoria do lector os trazos vitais desta figura da historia de Galicia, defensor do idioma galego e do seu ensino nas escolas. Pero López Loureiro non é moi amigo desta orde cartesiana, o que non implica falta de rigor nin moito menos, nin declarar que

    «Este texto, inescusablemente literario, pretende achegarse... a un anecdotario biográfico da personalidade poliédrica do xenial sabio benedictino pontevedrés, Mestre Martín Sarmiento...

frade ao que, tal vez por familiaridade, López Loureiro nomea sen os habituais tratamentos de frade, frei, padre ou pai...


Rafael López Loureiro,
mestre, investigador
e activista cultural infatigable


Se ben é unha obra breve —137 páxinas, que a editorial ferrolá Embora tratou con exquisito agarimo— a lista de obras consultadas polo autor é inmensa, con case 10 páxinas de referencias, o que reflicte un intenso traballo intelectual, que o autor revela que tivo lugar entre setembro de 2020 e decembro de 2021, «anos infaustos» (pola pandemia de covid-19, entendemos). A destacar o intelixente uso por parte do autor dos recursos cibernéticos, hoxe ao alcance de calquera, e en especial da Biblioteca Digital Hispánica.


De poñerlle algunha chata á obra, máis alá das inevitábeis erratas —escasas— citaríamos a ausencia dun glosario que recollese algunhas voces (ploidía, dioica, eterio, aquenio, corrixidor...), pero sobre todo un uso copioso das notas a pé de páxina, moitas delas ademáis extensas, e en ocasións referidas a cuestións tanxenciais (como o debate sobre o nome dos indíxenas de Chile (araucanos vs. mapuches), sobre a voz cedeiresa pinchocarneiro, ou sobre a historia da tauromaquia, asunto no que o autor fai unha revelación persoal sorprendente), asuntos triviais que rompen o ritmo da narración, pero que en definitiva non fan máis que amosar a preocupación erudita e renacentista do noso ben querido investigador de Cedeira.


A obra pode mercarse nas librarías, e tamén na propia web de edicións embora, á que felicitamos por esta novidade editorial.





venres, 29 de decembro de 2023

Cálida homenaxe en Ortigueira ao escritor Xoán Xosé Fernández Abella

Inicio do acto con Toñi Girón,
directiva de Terras do Ortegal




O pasado xoves, 28 de decembro, en Ortigueira rendeuse homenaxe ao escritor Xoán Xosé Fernández Abella, falecido o pasado 17 de agosto, cando estaba a piques de cumprir 90 anos. 

Nacido en Monforte en 1933, Xoán Xosé residiu case dúas décadas en Ortigueira, a terra da súa muller, Mercedes, e onde ambos traballaban como mestres no colexio de EXB.

O acto foi presentado por Toñi Girón, directiva de Terras do Ortegal, que tivo unha intervención elegante e fermosa, lembrando ao que foi o seu amigo, e con quen concertara  no pasado verán a presentación en Ortigueira o seu último libro —que ao final foi o derradeiro—, titulado "Últimos poemas de eloxios e outros poemas", editado por edicións Fervenza, de Silleda. Toñi disculpou a ausencia de Mercedes, a outra filla de Xoán Xosé, que non puido asistir, agradecendo a dos relatores da mesa, familiares e público, así como a do responsable da editorial, Manuel Núñez, que xunto a Xosé Manuel Lobato, acompañaron a Pilar Sampedro no seu desprazamento desde Santiago. Foi dando paso aos componentes da mesa, que falaron das diferentes facetas de Xoán Xosé: a humana, a familiar, a dos amigos, a súa poesía, o seu activismo cultural e comprometido.

  • Juan Fernández, fillo de Xoán Xosé e profesor de Lengua e Literatura, trazou algunhas liñas vitais do seu pai, afondando no contido de varias poesías, entre elas unha dedicada a Ortigueira.

Na mesa, de esquerda a dereita: Carlos Breixo,
Pilar Sampedro, Manuel Bermúdez e Juan Fernández.
No atril, de pé, Toñi Girón

  • Manuel Bermúdez, sobriño político de Xoán Xosé, se ben é licenciado en Filoloxía Galego Portuguesa e responsable da área de Asesoramento Lingüístico da USC, preferiu centrarse na faceta humana, contando algunhas anécdotas e salientando que o seu tío era unha persoa agarimosa e sobre todo xenerosa, e que o facía sempre cunha naturalidade que causaba admiración en persoas coma el.
  • Pilar Sampedro, mestra e escritora fixo unha análise da súa poesía, destacando, como describe tamén Xesús Alonso Montero no prólogo deste libro, que Xoán Xosé, a quen coñeceu en Santiago nos anos 90 do pasado século, e onde participaba en numerosos actos culturais, non se negaba, ao contrario, facíao de modo entusiasta, cando alguén lle solicitaba unha poesía para algunha persoa ou para algún tema, nomeadamente de carácter social. O discurso vigoroso de Pilar, con momentos de emoción, foi un texto que nos gustaría reproducir no próximo nº 11 da revista Terras do Ortegal, actualmente en elaboración.
  • Carlos Breixo, Cronista Oficial de Ortigueira, participou, unha vez máis, nun acto organizado pola nosa asociación, e deu varias claves da vida de Xoán Xosé: como foi a súa vida de pequeno, con varios traslados de domicilio, desde o Monforte natal ata Oviedo e outras cidades... motivado polos problemas que tivera seu pai, que ademáis de carteiro na capital do Val de Lemos era militante de Izquierda Republicana, o partido que lideraba Manuel Azaña. Carlos puido localizar o expediente do pai de Xoán Xosé, ofrecendo a Juan a entrega dunha copia do mesmo. O noso Cronista revelou como ese compromiso político obrigouno a incorporarse á Lexión, o que non foi suficiente para evitar problemas co réxime franquista. Carlos confirmou, asi mesmo, o carácter amable e de activista que amosaba Xoán Xosé durante a súa estancia en Ortigueira, e as colaboracións que facía no semanario local, La Voz de Ortigueira, que propuxo reunir nun volume.

A mantedora do acto, Toñi, subiu de novo á tribuna e pechou esta emotiva sesión cultural coa lectura dunha poesía de Xoán Xosé, que resultou grata aos numerosos membros da familia alí presentes, e aos asistentes, entre eles algúns antigos compañeiros e compañeiras do Colexio.

O libro está á venda en Ortigueira na libraría Fojo e na libraría Ramos, ao prezo de 15 €.

N.B.: Agradecemos a Manuel López Rego, do departamento de Cultura do Concello e responsable técnico do Teatro, a súa colaboración no evento.








xoves, 23 de novembro de 2023

"ESCUCHARÉ TU VOZ DICIENDO QUE YA ES PRIMAVERA", el nuevo libro de Obdulia Dopico en homenaje a su sobrino el poeta Luis Dopico, presentado en la Biblioteca de Ortigueira


De izq. a dcha.: Carmen Penín, Mª Cruz Sabio, Manuel López Foxo,
Obdulia Dopico (
Luli, la autora), la concelleira de Cultura de Ortigueira, Ana Cartelle
y José Álvarez Díaz 
Alvaria (Foto: Álvaro F. Polo)

El pasado día 24 de octubre se presentó en la Biblioteca Municipal de Ortigueira Escucharé tu voz diciendo que ya es primavera, el nuevo libro de nuestra amiga Luli, la escritora Obdulia Dopico. Con esta obra la autora trata de hacer las paces con el suicidio de su sobrino, el poeta y ensayista viveirés Luis Dopico Geada, que firmaba sus poemas de juventud como Luis da Ponte, y que, como consecuencia de una enfermedad mental sobrellevada con esfuerzo y sufrimiento durante muchos años, decidió poner fin a su vida el pasado mes de febrero.

El poeta y ensayista
Luis Dopico Geada (1967-2023),
Luis da Ponte

El pequeño volumen, que está a disposición del público en la Biblioteca Municipal, y también se puede encontrar a la venta en las librerías de Ortigueira, además de un homenaje, es una obra cargada de sinceridad, de duelo y de cariño. El libro oscila entre los recuerdos luminosos y los días de sombra, las preguntas sin respuesta y las emociones contenidas que empiezan a ser liberadas, siguiendo la agitación doliente de un pensamiento que no para de acordarse y de contar, de correr y de recorrer, de intentar comprender, a su manera, lo que ha sucedido, y que al hacerlo se va desahogando en voz alta, de una forma que también es curativa para el lector, quien no sólo descubre, así, al inquieto intelectual talentosísimo que era Luis Dopico, ni el lugar inmenso que dejó, a la vez, imborrable y vacío, en la vida y en el corazón de su tía Luli, sino que, de su mano, tiene las puertas abiertas a su alma, en uno de los libros más hermosos que se han escrito sobre el suicidio, el peso de las enfermedades mentales y la fuerza radiante y luminosa de la vida. Esa fuerza, por paradójico que parezca, impregna toda la lectura porque, pese a todo, es eso lo que permanece con más intensidad en el recuerdo de quienes, como Luis, estuvieron sanos y felices, rebosantes de ganas de vivir, hasta que una dolencia mental los rompe y los transforma, a su pesar, y a pesar de todos, en verdaderas víctimas: víctimas exahustas de la parte de sí mismos más agotada por el sufrimiento y la desesperación.

Cubierta del libro de Luli


Para el poeta y ensayista ortigueirés Manuel López Foxo, que prologa la obra, este es sin duda el mejor libro de Luli, que por sí mismo valdría para hacerla trascender, sin contar aún con el resto de su obra, a un lugar propio en la literatura no sólo de nuestra tierra, sino de todo aquel que pasa por la tierra. "Que nadie vuelva a decir de Luli que es una escritora local", pidió en la presentación: "a partir de este libro, Luli es una autora universal". En su prólogo en gallego, además, escribió que “en este estremecedor relato” la autora dialoga con Luis “con una entrega humana, una comprensión, una verdad y una delicadeza que pocas veces está presente en la literatura. Y lo hace, además, con una belleza admirable. El resultado es un libro que nos descubre a una magnífica escritora, el mármol que Luli siempre llevó dentro de sí, y que sólo precisaba que sus manos de escultora de la palabra encontrasen ese momento de la vida que lleva a un escritor o a una escritora a transformar un texto en una obra de arte”. En ese sentido, asegura, “este es el libro de Obdulia Dopico que llevaba esperando desde hace treina años. Estoy seguro de que con esta obra superó a Lo que no tiene nombre, [un libro de idéntica temática] de [la autora colombiana] Piedad Bonnet. ¿Qué más se puede decir?”.

Durante el acto, que fue arropado por la concelleira de Cultura, Sanidad y Educación de Ortigueira, Ana Cartelle, y presentado por la también antigua concelleira de Cultura de Ortigueira, Mª Cruz Sabio, el público pudo comprobar el inmenso talento literario que tuvo Luis Dopico, de quien varios autores de la comarca, como Carmen Penín, Alvaria o la propia Cruz Sabio leyeron algunos de sus poemas más emocionantes, con imágenes e ideas llenas de lirismo e intuición musical, empapadas de la sensibilidad, la atrevida inteligencia y la agudísima capacidad de observación que dejó Luis en tantos de sus escritos.

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TextoJosé Álvarez Díaz 

Foto 1: Presentación del libro en la Biblioteca Municipal de Ortigueira, el pasado 24 de octubre, con distintos amigos poetas y escritores que acompañaron a Luli y recitaron poemas de Luis. De izquierda a derecha: Carmen Penín, Mª Cruz Sabio, Manuel López Foxo, Obdulia Dopico (Luli, la autora), la concelleira de Cultura de Ortigueira, Ana Cartelle, y José Álvarez Díaz Alvaria. Autor: Álvaro F. Polo.

Foto 2: El poeta y ensayista Luis Dopico Geada (1967-2023), Luis da Ponte, protagonista de “el libro que nunca quisiera haber necesitado escribir, porque eso significaría que Luis seguiría con nosotros”, como subraya siempre Luli.



martes, 21 de novembro de 2023

Hablando de Charo Suárez con Teté

 

Teté con Charo: tan iguales, tan distintas
(Foto A. F. Polo)





Pronto será el aniversario de nuestra querida Charo y me viene a la memoria el homenaje que le hicimos en vida el 4 de agosto de 2018, del que no se consideraba merecedora. Pero sí lo era y ahí está el dossier que lo acredita.

Charo y Teté se llevaban once meses y eran diferentes en todo. No andaban juntas, cada una tenía sus amigas. A Charo le encantaba hablar con las niñas mayores y con su padre. A Teté le divertía la calle, saltar a la cuerda, jugar al escondite, al jardín encantado, al foco en la gasolinera de Prieto, a la rueda… A Charo había que echarla de casa para que saliera, lo de ella era escribir y dibujar. Ya poetizaba de pequeña, redactaba la vida tal cual era, si iba al mercado o a la feria, si visitaba alguna exposición, si leía tal libro. De todo dejaba constancia por escrito. Teté jugaba desde la mañana hasta la noche, escapaba a menudo de casa. Charo se quedaba leyendo y escribiendo. Teté era amiga de todas las niñas del pueblo, las de Prieto, las de Bouza, las de Franco… Las amigas de Charo fueron Margarita de la Campa y María Luisa Cebreiro. 

Las dos hermanas,
arte, gracia y salero a raudales

Vivian en la carretera. Fueron a la escuela de Párvulos con doña Carmen Blanco, en la plaza de Los Ángeles. Luego pasaron a la Academia. Recuerda Teté a los profesores: Don Jesús de Latín, don Tomás Moar, don Alfonso, don Ramón Bouza, el Vista de Aduanas y doña Carmen Fontela. Una etapa muy fructífera y con mucha vida en Santa Marta. Nada que ver con la actualidad.

Cuando murió la madre de Tulita Pita, que hacía un papel en la obra de teatro y tuvo que guardar luto, Serafín, el de la tienda del Cantón, fue hablar con nuestro padre para que yo —dice Teté— hiciera el papel de doncella, porque a mis once años era muy alta. Y fui al ensayo. Sólo tenía que acercarme a Charo la Vasca y decirle: «Señorita Matilde, arriba está el señorito Antonio». Y lo dije al revés. Se rieron tanto que llegué a casa y le dije a papá que no trabajaba más. Y dijo Charo: «Pues lo hago yo». Y ahí empezó su afición al Teatro y ya no paró. Le encantaba actuar y lo hacía de maravilla.

Nuestra madre, Rosario Díaz Gómez, que hizo la carrera de Música en el Conservatorio, en Madrid, le enseñó a tocar el piano. Charo tocaba todos los días al anochecer y lo hacía muy bien. Recuerdo que iba en moto a tocar a San Claudio, a la novena. El cura de San Claudio venía algunas veces a comer a nuestra casa y luego Charo lo llevaba en la moto hasta su casa. Era un espectáculo verlos salir. El sacerdote con la sotana remangada, el paraguas en la mano y la teja metida hasta las orejas y Charo 

La elegancia,
su señal de identidad

fungada… ríe Teté al recordarlo.

La poesía era innata en Charo.

Teté me recita con lágrimas en los ojos una que dice así:

Camiñando amodiño, sen virar nin miga a testa

escoitaba arroubada dende o camiño, aquela cantiga de xesta.

Traíame a voz o vento, sen saber de onde a onde

pero chea de sentimento cantáballe a un amore perdido

noutro tempo e lugare,

           dementes que o dono tiña moitas ganas de chorare.


Agora cantaba baixo e logo moi amodiño

e a meirande parte das veces cantaba con gran cariño.

Ben sei que aquel que cantaba, aquela bela canción

había tempo que estaba enfermo do corazón.

 Teté Suárez en su casa
del Cantón, en Ortigueira
(Foto A. F. Polo)
Seguir, seguiu camiñando dereitiño pra o labor

e a cada paso que daba, ía escoitando máis lonxe

aquela fermosa canción.

Doy fe que Teté es una gran lectora de poesías y que las aprende de memoria. Sobre su mesilla de noche está el libro Las mejores poesías de la lengua castellana, y nunca duerme sin darle un repaso. 

Seguimos charlando, rememorando historia cuando cae la tarde en el Cantón en este otoño bendito. Pronto será Santos y luego el San Martiño, y recordaremos que Charo se nos fue en noviembre y que empezó a llover en Couzadoiro justo cuando la lápida sellaba su tumba.

Queda pendiente recoger su obra poética, tan dispersa entre libros, cajones y publicaciones en La Voz de Ortigueira.


TextoLuli Dopico


Esta entrevista foi publicada o venres, 3.11.23, no semanario La Voz de Ortigueira 


martes, 26 de setembro de 2023

Petición unánime do mundo da Cultura de Ortigueira dun recoñecemento oficial póstumo a Luís Alonso Santiago.

Luis Alonso co seu compañeiro Manuel
no adro da igrexa de Ortigueira
(Foto Álvaro F. Polo)





Este luns, 25 de setembro, celebrouse en Ortigueira un funeral polo eterno descanso de Luís Alonso Santiago, Luís do Asilo, falecido en Pamplona o pasado día 19 (véxase a noticia publicada na Voz de Galicia), na residencia de maiores na que residía desde hai algún tempo. 

Se ben Manolo González, o grande amigo e compañeiro de Luís, non puido asistir, as honras fúnebres contaron coa presencia de Araceli González Ouviña, filla de Manolo e asimesmo afillada de Luis. Tamén asistiron varios familiares de Mera, Cariño e outros lugares da comarca.

Os actos contaron coa presenza do alcalde Valentín Calvín, e a concelleira de Cultura Ana Cartelle, entre outros membros da corporación ortigueiresa. Tamén estaba presente a directora do Arquivo e Biblioteca Municipal de Ortigueira, María José Vilasánchez, así como numerosos veciños e amigos de Luís.

Imaxe do interior do tempo durante
o funeral con fotos e os libros
nos que participou Luís
(Foto: Equipo de Terras do Ortegal)




O funeral foi oficiado polo párroco de Santa Marta, quen fixo un oco na celebración para que intervisen varias persoas, que louvaron a figura do que foi destacado veciño da Vila durante moitos anos. Entre elas falou Cruz Sabio Teijeiro, concelleira de Cultura durante as alcaldías de Toño Campo e Rafa Girón, que lembrou as proxeccións de diapositivas que realizaba anualmente, e que posteriormente foron recollidas no libro Ortigueira. Crónica gráfica de la Villa Condal, publicado en 1987 en gran formato e coidada edición pola deputación da Coruña, e que moitos ortigueireses atesouran como ouro en pano. 


A oradora reclamou para Luis un recoñecemento por parte do concello, que nos pasados meses cedera ao Arquivo Municipal unha colección de documentos, afiches publicitarios e fotografías relacionadas coa historia de Ortigueira, e a historia do cine e o teatro, actualmente en catalogación no noso arquivo.

Similar petición de recoñecemento fixo Obdulia Dopico, que subiu despois ao presbiterio para facer un canto similar ao labor cultural de Luís do Asilo. Luli, que fora secretaria de Edicións O Paporroibo lembrou como aquela meritoria entidade —da que estaban presentes no acto cando menos dous membros: Álvaro F. Polo e Manuel López Foxo— publicara nos anos 90, dúas obras nas que se recollen capítulos escritos por Luis, nos que deu conta, coa súa memoria prodixiosa, de sucesos, datas e nomes de persoas que aínda hoxe seguen sendo valiosos.

Os libros son os seguintes:

  • Memorias de Ortigueira (I), editado en 1994, e que inclúe o capítulo “Ortigueira, retrato de un pueblo”, que está dividido en dúas seccións: a) Los años de guerra, e b) Los años de paz, cun total dunha cincuentena de páxinas.

  • - De vagar ó pé do lume, editado en 1998, e dedicado á gastronomía, e que conta cun longo capítulo titulado “Los tiempos del hambre”, dividido en varias seccións onde relata episodios biográficos relacionados coa comida no asilo e en Cariño, e que finaliza, como moi ben lembrou Luli, cunha receita de crêpes de laranxa do propio Luis, que el aprendera a preparar en París na confeitaría La Petite Duchesse, na que traballou durante un ano.

Imaxe cordial de Luís e Manolo
nunha rúa de Ortigueira
xa hai algúns anos
Finalizadas as exequias na igrexa, o cortello fúnebre dirixíuse ao cemiterio municipal de Requeixo, onde se enterraron as cinzas do finado. Previamente, Carlos Breixo, Cronista Oficial de Ortigueira, fixo unha breve semblanza de Luís do Asilo, complementando a que xa fixera días pasados (Luís Alonso Santiago, a memoria de Ortigueira, que está publicada na web do Concello), loando os méritos que concitaba entre toda a cidadanía de Ortigueira, que durante anos disfrutou das proxeccións anuais de imaxes “Ortigueira, ayer y hoy” que Luis elaboraba coa colaboración de Jacobo Castro e Álvaro F. Polo

Breixo recoñeceu que Luís merecía ter sido distiguido polo concello hai tempo, entonando un mea culpa que moitos dos presentes tamén asumimos.

Desde Terras do Ortegal sumámonos a estas peticións dirixidas ao Concello de Ortigueira. Agardamos que sexan ben recibidas polo noso Alcalde e resto de Corporación.


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Texto: Xosé María Torres

Foto: Álvaro F. Polo









martes, 12 de setembro de 2023

Xoán Xosé Fdez. Abella, un legado lírico y comprometido


Xoán Xosé lendo na súa bilbioteca
(Foto: Familia Álvarez Lage)




«Foi un xeneroso e incansable activista da lingua e do asociacionismo cultural», escribió La Voz de Galicia en su obituario. Así recordamos a Xoán Xosé Fernández Abella, un monfortino y ortigueirés -a partes iguales- que se nos fue en Santiago el pasado 17 de agosto tras una repentina enfermedad. A inicios de mes había visitado a sus familiares en nuestra villa, saludando a cada paso a sus incontables amigos, precedido siempre de su serena sonrisa. 


Xoán Xosé (nacido en septiembre de 1931) era el menor de cinco hermanos. Hizo la licenciatura en Derecho en Santiago y se graduó en Magisterio, vocación que desarrolló durante cuatro décadas. En 1962 emigró a Caracas, donde sus hermanos regían una industria textil. Al año siguiente conoció a la ortigueiresa Merceditas Álvarez Lage –la hermana de nuestros amigos Vicente y Sesa- y se casaron en el 70 en la muy “gallega” iglesia de la Candelaria de aquella capital. Su activismo gallego se hizo presente en revistas y emisoras de radio caraqueñas. En la revista Irmandade, de la Hermandad Gallega Venezolana, estuvo presente su pluma durante dos años. En el 72 ya está el matrimonio de regreso en España para reanudar ambos sus carreras de maestros nacionales. Ejercieron en Rociana del Condado (Huelva), Pontedeume y Ortigueira. Aquí perdió a su esposa, el norte de toda su vida, y desde entonces su entrega a la literatura, el compromiso social y su dedicación a la familia fueron su razón de ser. Su último destino fue la escuela de Roxos, en Santiago, donde se jubiló en 1999. 

La vocación poética de Xoán Xosé le acompañó desde antes incluso de su etapa universitaria. En 1957 su Soneto a un humilde ciprés en cementerio fue incluido en la Antología Poética de Ediciones Rumbos de Barcelona. Siguieron Poemas Gallegos, en el 76 y hasta una decena de libros, más su presencia en otras ediciones colectivas. Era habitual ver su firma en los principales diarios gallegos y en revistas culturales. La Voz de Ortigueira contó con sus valiosas aportaciones durante décadas. Justamente en agosto había prometido reanudar sus colaboraciones semanales en breve. Su último poema estuvo dedicado a los ortigueireses nacidos en 1943 que celebraban su octogenario. Ortigueira siempre en su corazón y en su obra. 

Nuestro autor decía de sí mismo: «O meu interese pola cultura galega é profundo, e sempre hai que tratar de aprender máis, porque canto máis se estude máis interesante se encontra». Cultivó, en efecto, una lírica reflexiva y vibrante, con un compromiso social enterizo pero sin estridencias ni afectación formal. Como cabe decir de un curtido poeta, halló el arte de poner las palabras en el lugar debido. 

Hombres como Xoán Xosé Fernández Abella hacen el mundo más luminoso y llevadero.

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Texto: R. B.

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